Mientras el debate en torno a la creación de entornos de oficina atractivos, flexibles y que estimulen la creatividad se halla en pleno apogeo, a menudo se sigue planteando en términos cuantitativos un ámbito clave del diseño de oficinas: la iluminación. De hecho, la luz reviste una importancia fundamental, máxime en un entorno laboral orientado al conocimiento y articulado en torno a la persona: la luz puede contribuir sustancialmente a la calidad del espacio, y a favorecer la concentración y el diálogo. Le mostramos cómo son los conceptos de iluminación propios de una sociedad del conocimiento dinámica e interconectada digitalmente.
¿Qué tareas asume la iluminación en los edificios de oficinas?
La iluminación de oficinas debe satisfacer múltiples requisitos: en cada proyecto, los proyectistas se enfrentan al reto de conciliar en un concepto especificaciones normativas, objetivos económicos, requisitos constructivos, marcos organizativos y directrices de diseño. Para no evaluar la calidad de la iluminación conforme a criterios exclusivamente cuantitativos, tales como la iluminancia o los indicadores de eficiencia energética, resulta útil un modelo teórico basado en las funciones de la iluminación. Dicho modelo desliga la iluminación de la cobertura estática del espacio y otorga el protagonismo a la utilización de una situación espacial, tanto en el interior como en la fachada, pero también en las instalaciones exteriores.
La iluminación de oficinas debe satisfacer múltiples requisitos: en cada proyecto, los proyectistas se enfrentan al reto de conciliar en un concepto especificaciones normativas, objetivos económicos, requisitos constructivos, marcos organizativos y directrices de diseño. Para no evaluar la calidad de la iluminación conforme a criterios exclusivamente cuantitativos, tales como la iluminancia o los indicadores de eficiencia energética, resulta útil un modelo teórico basado en las funciones de la iluminación. Dicho modelo desliga la iluminación de la cobertura estática del espacio y otorga el protagonismo a la utilización de una situación espacial, tanto en el interior como en la fachada, pero también en las instalaciones exteriores.
En un mundo laboral cada vez más dinámico, el modelo de las funciones de iluminación permite a los proyectistas reaccionar con flexibilidad a las más diversas particularidades arquitectónicas y formas de trabajo, agrupar modularmente tareas de iluminación y escalar zonas del espacio en función de las necesidades.
Un diseño de iluminación cualitativo orientado a la percepción.
Es aconsejable que, al principio de cada proyecto de iluminación, los proyectistas se planteen las siguientes tres preguntas para cada ámbito funcional requerido:
¿Por qué iluminamos? ¿Qué significado posee el espacio o la zona del espacio objeto del estudio, ya sea a nivel corporativo, arquitectónico y/o funcional ?
¿Qué puede aportar la luz? ¿Qué tareas en la oficina pueden apoyarse mediante la iluminación para perfeccionar el aprovechamiento del espacio?
¿Cuál es la solución de iluminación ideal? ¿Qué estrategia concreta de iluminación y qué tipos de iluminación están indicados como base para el diseño de iluminación?
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